John Mbiti, un destacado filósofo africano, explica que en muchas sociedades africanas el concepto de futuro es diferente al occidental. En lugar de ver el futuro como algo lejano, los africanos lo ven como un conjunto de eventos que deben ocurrir. Mbiti usa las palabras Sasa para describir el presente y el pasado reciente, y Zamani para el pasado infinito. En África, el tiempo se crea a través de eventos como las estaciones, y no se mide por un calendario fijo. Esta percepción puede influir en cómo se desarrollan las sociedades y cómo viven las personas su día a día, enfocándose más en el presente que en el futuro distante. Las religiones africanas reflejan esta visión, con un tiempo cíclico en lugar de un fin del mundo.
Mbiti sugiere que el futuro no se ve como un horizonte distante sino que está ligado a eventos concretos.
Sasa es el presente vibrante y Zamani es el pasado infinito.
El tiempo se mide por eventos, como las estaciones, no por un calendario fijo.
En África, el tiempo está ligado a eventos reales, mientras que en Occidente es una mercancía que se gasta o ahorra.
La falta de un enfoque en el futuro puede afectar el desarrollo y la planificación a largo plazo.
Porque los eventos del presente fluyen hacia el pasado, que es el Zamani.
Las personas crean tanto tiempo como necesitan, basado en eventos importantes para ellos.
Porque se percibe como un ciclo continuo de eventos.
La vida diaria se centra más en el presente y menos en planificaciones futuras.
Las religiones africanas carecen de mitos del fin del mundo, ya que el tiempo es cíclico.


