Un fideicomiso es una herramienta que usan las familias ricas para gestionar su dinero. En lugar de dar el dinero directamente a sus hijos, lo ponen en un fideicomiso. Así, un fideicomisario decide cómo se usa el dinero. Esto ayuda a controlar la riqueza, distribuir ingresos y proteger el dinero para el futuro. Por ejemplo, si un hijo se divorcia, no perderá el dinero porque el fideicomiso lo mantiene seguro. Esta estrategia es muy útil para planificar el futuro financiero de la familia.
Un fideicomiso es un acuerdo legal que permite a una persona o entidad controlar y gestionar los activos en beneficio de otras personas.
Para mantener el control sobre la riqueza, distribuir ingresos a los beneficiarios y preservar el patrimonio familiar.
Protege los activos de situaciones como divorcios y garantiza que la riqueza se mantenga en la familia.
El fideicomisario es quien toma las decisiones sobre cómo se gestionan y distribuyen los activos del fideicomiso.
Protege a los menores de tomar decisiones financieras prematuras sobre grandes sumas de dinero.
Los activos permanecen en el fideicomiso y no se dividen, ya que el beneficiario no es el propietario directo.
Los beneficiarios pueden incluir familiares, corporaciones u otras personas designadas.
El fideicomisario decide anualmente cuánto dinero se distribuye a cada beneficiario.
Los beneficiarios no tienen control directo sobre los activos; este lo ejerce el fideicomisario.
Permite una gestión estratégica de la riqueza, asegurando que se cumplan los deseos del fundador del fideicomiso.