Desde el principio del siglo XX, judíos llegaron a Palestina con el sueño de crear un nuevo estado. Fundaron kibbutz, comunidades colectivas, y compraron tierras, lo que generó tensiones con los árabes. La Declaración Balfour en 1917 por el Reino Unido apoyó un hogar para los judíos en Palestina, lo que complicó más la situación. Tras la Primera Guerra Mundial, el Medio Oriente fue reestructurado y Palestina quedó bajo control británico. En 1919, un censo mostró una mayoría árabe. Las tensiones escalaron con más migración judía y conflictos en sitios religiosos, como el Muro de las Lamentaciones en 1929.
Un kibbutz es una comunidad colectiva agrícola en Israel, fundada inicialmente por jóvenes emigrantes idealistas.
El primer kibbutz se creó en 1909.
Fue una declaración en 1917 por el Reino Unido expresando su apoyo al establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina.
La Primera Guerra Mundial reconfiguró el Medio Oriente, con Palestina siendo administrada por potencias occidentales.
Las tensiones aumentaron debido a la compra de tierras por judíos y la intención de establecer un Estado judío.
En 1919, un censo británico registró 700,000 árabes y 70,000 judíos en Palestina.
Hubo manifestaciones anti-judías en Jerusalén y Jaffa debido a tensiones crecientes.
Más de 60,000 judíos migraron a Palestina en ese periodo.
Protestas entre musulmanes y judíos surgieron debido al acceso al Muro de las Lamentaciones.
El desmembramiento del Imperio Otomano tras la guerra permitió la administración británica de Palestina.


