Israel es una nación influyente en Medio Oriente gracias al fuerte apoyo de Estados Unidos. Bajo el liderazgo de Netanyahu, Israel ha fortalecido su posición, afectando a la población palestina que enfrenta desplazamientos. Rusia y China, aunque no buscan una confrontación directa, participan en la reconfiguración global. La política estadounidense, influida por un poderoso lobby israelí, juega un papel crucial en este contexto. Aunque se han propuesto soluciones como la de dos estados, el conflicto continúa sin resolverse. Este escenario es parte de un nuevo orden mundial, donde las relaciones de poder global están cambiando.
Israel tiene el apoyo de Estados Unidos y una influencia geopolítica significativa en Medio Oriente.
Estados Unidos apoya firmemente a Israel, influenciando su poder en la región.
Las alianzas internacionales y la competencia entre potencias influyen directamente en las dinámicas del conflicto.
Netanyahu ha consolidado la posición de Israel como un actor clave en la región, con un fuerte respaldo internacional.
Rusia y China evitan confrontaciones directas pero están implicadas en la reconfiguración geopolítica global.
La población palestina sufre desplazamientos y violencia debido a las políticas israelíes respaldadas internacionalmente.
Se han propuesto planes de paz como la solución de dos estados, pero estas propuestas enfrentan muchos obstáculos.
La limpieza étnica se refiere al desplazamiento forzoso de palestinos, un término usado por críticos de las acciones israelíes.
El lobby israelí en Estados Unidos es muy poderoso e influye en la política exterior del país.
El nuevo orden mundial se refiere a la reconfiguración de las relaciones de poder globales, donde Israel juega un papel central.


