Las parejas pueden construir riqueza trabajando juntas. Primero, combinan sus ingresos y reinvierten uno de ellos. Luego, dividen las responsabilidades financieras para que ambos estén involucrados. Mantienen una visión compartida para evitar gastos innecesarios y usan el código fiscal para obtener beneficios. Crean múltiples fuentes de ingresos y automatizan sus finanzas para ahorrar tiempo. Además, invierten juntos en bienes raíces y otros activos. Se comunican semanalmente para revisar finanzas y retrasan compras grandes para asegurar su libertad financiera. Educan a sus hijos sobre finanzas y eligen cuidadosamente a sus amigos para fomentar el crecimiento. Una pareja de poder es aquella que ama su futuro y planifica para él. Consideran testamentos y seguros para proteger su legado.
Pueden combinar sus ingresos, vivir con uno y utilizar el otro para inversiones.
Compartir responsabilidades garantiza que ambos entiendan el plan financiero y participen activamente en su ejecución.
Manteniendo una visión compartida y evitando gastos innecesarios.
Pueden aprovechar ventajas como la declaración conjunta, créditos fiscales y el uso de cuentas de retiro dobles.
Aumenta la estabilidad financiera y permite reinvertir los ingresos pasivos.
Automatizando transferencias y pagos, y realizando revisiones financieras periódicas.
Permite que los hijos aprendan sobre la importancia del interés compuesto y las buenas prácticas financieras desde pequeños.
Eligiendo amigos que se centren en el futuro y evitando influencias negativas.
Dos personas que comparten una visión común y trabajan juntas hacia un futuro financiero sólido.
Testamentos, fideicomisos, planes de educación y seguros.