La Generación Z es vulnerable a estafas porque confían mucho en la tecnología sin cuestionarla críticamente. A pesar de usar mucho los smartphones y redes sociales, no saben protegerse bien en internet. Un alto porcentaje de jóvenes ha caído en estafas, más que los adultos mayores. Es importante que no compartan información sensible y que sigan consejos de seguridad, como no abrir enlaces sospechosos y verificar siempre la autenticidad de las notificaciones.
La Generación Z confía ciegamente en la tecnología y carece de pensamiento crítico digital y conocimiento en ciberseguridad.
Un 43.07% de jóvenes entre 18-25 años y un 44.23% entre 26-31 años han sido víctimas de estafas digitales.
La Generación Z es más susceptible a estafas que los adultos mayores, quienes solo un 26.04% han caído en trampas.
Usan principalmente smartphones y tabletas, y son los primeros en usar herramientas como ChatGPT.
Su confianza en la seguridad de dispositivos y su tendencia a realizar compras en redes sociales.
Ignoran consejos de seguridad de instituciones bancarias, como no compartir datos sensibles ni abrir enlaces sospechosos.
Les hace confiar ciegamente en smartphones y tabletas, aumentando su vulnerabilidad a estafas.
Solo el 33.2% de los jóvenes sigue las recomendaciones de seguridad de su banco.
No compartir información sensible, verificar canales de contacto oficiales y no confiar ciegamente en notificaciones.
No proporcionar contraseñas, NIP, CVV o tokens a terceros y evitar enlaces y archivos sospechosos.